Nuestra sociedad cambia implacablemente, la tecnología avanza, los procesos y las formas de trabajar, lo cual implica que nosotros también para no quedar rezagados y estancados en el tiempo. No se trata de lo fácil o difícil que pueda ser, se trata de encontrar en tu mente los recursos necesarios para darle sentido a tu vida laboral.

A la hora de pensar en trabajo nuestro diálogo interno puede estar en dos estados.  El primero lleno de ilusión, motivación y optimismo por levantarse todos los días y pensar que eso que hacemos para ganarnos la vida nos da satisfacción y nos lleva a conseguir lo que anhelamos. El segundo está en los pensamientos negativos que se convierten en una tortura interna y desgastante.

Así mismo, para encontrarle sentido a lo que se hace y específicamente al trabajo, debemos empezar por ser sinceros con nosotros mismos y preguntarnos ¿por qué y para que trabajamos? Hacer un ejercicio de reflexión que nos permita identificar ese propósito superior.